¿Eres de las personas que tienden a decir: “Aja” y después te sorprendes de que se te percibe como alguien que no cumple con lo que se compromete?
¿Es esta una de las cosas que te mortifica ya que desde tu perspectiva, tú no adquiriste un compromiso, y aun así la gente piensa lo contrario?
Entonces, ¿qué pasó?
Muy posiblemente en el momento de tener la interacción con la otra persona, estabas distraído, estabas “en tu mundo” viendo la película que tu cerebro estaba creando. Estabas con tu foco de atención dirigido hacia adentro de ti misma, no en lo que la otra persona estaba diciendo.
Frecuentemente cuando tu atención está captada por tus propios pensamientos, diálogos y escenas, es muy posible de que no “registres” lo que se te solicita o dice, pues el tono regular y normal que la persona que tienes adelante utiliza, no hace posible que lo captes. Esto tiende a pasar por ejemplo, después de un día muy ocupado, llegas a casa y estás en frente de la televisión relajándote. Estás ahí pero no estás….De igual manera, cuando tienes toda tu atención ocupada en un pensamiento recurrente, casi obsesivo, tiendes a no poder registrar lo que otra persona te dice.
Por lo tanto, qué pasó cuando tienes el nivel suficiente de atención para responder automáticamente un: “Aja” pero ello no te lleva a la acción que se espera de ti? Pues que tu cerebro no registró el mensaje, tus oídos si pero tu cerebro no, por lo tanto, este no puede accionar lo que no ha registrado).
¿Qué hacer?
Indicarles a las personas de tu entorno, que te apoyen en no solicitarte una acción, sin que antes “desconectes” de lo que estás haciendo, los mires a los ojos y respondas a su solicitud.
Indicarles que después que te soliciten algo, te pregunten qué te han solicitado.
Que si respondes con un: “Aja”, te lo reflejen y te soliciten qué escuchaste y qué vas a hacer.
Que tengas siempre un cuaderno a mano y apuntes un par de palabras que te recuerden lo que se te ha solicitado.
Que notes si tu “Ajá” es realmente una manera de escapar o evadir algo que no deseas hacer y aprender a decir no cuando esto ocurra.
Lo importante de esto es que no te aísles y no manejes un comportamiento que parece poco importante y aun así puede causar mucha fricción con los de tu entorno.
Es importante que esa falta de atención que te hace responder a un “Aja” (sin acción) no crea la percepción (interna y externamente) de que no eres responsable, de que pasas de las cosas, de que nada te importa. Tu auto-creencia está en juego, no la descuides.